12 sept 2009

No es racismo, son deseos de olvidar

Comentarios publicados, previo tijeretazo, en La República el 12 de Septiembre del 2009

Las críticas a su artículo, Sr. Adrianzén, son válidas en la medida en que se basan en una premisa equivocada. Krugman se equivoca cuando argumenta que la oposición al seguro de salud universal en USA tiene su fundamento en el racismo. En efecto, Paul Krugman en su libro “The Conscience of a Liberal” (páginas 11-12) afirma flojamente: “… En efecto, las secuelas de la esclavitud –el pecado original de Estados Unidos– son la causa de que seamos la única economía avanzada del mundo que no garantiza la atención médica universal a sus ciudadanos…”.

Es increíble que un economista como Paul Krugman, quien en la introducción a su libro “The Accidental Theorist” (1998) afirmara que los economistas tendían a ser aburridos porque hablaban con ecuaciones, diagramas y una jerga impenetrable, decida ahora ser muy entretenido y olvide su rigurosidad científica. Las estadísticas raciales de la pobreza en los Estados Unidos indican que son los blancos los más numerosos (http://www.mailmanschool.org/news/display.asp?id=586). Krugman en su libro es muchas veces intelectualmente incorregible y enceguecido por su ideología (un heart-bleeding liberal). ¿Cómo pueden los blancos racistas oponerse al seguro universal de salud si la gran mayoría de pobres son blancos?.

No Sr. Adrianzén. No es racismo, es temor al poderoso gobierno federal. La oposición al seguro universal de salud se debe a que muchos, equivocados o no, no quieren que una gran burocracia creada por este seguro decida quien puede recibir un tratamiento y quien no, quien debe operarse mañana y quien debe esperar 6 meses. Equivocados o no, una mayoría significativa de americanos cree que perdería el control de su salud, la dupla paciente-médico se vería invadida por el burócrata quien decidiría hasta que médico podría ver un paciente y cuándo. ¿Ignora Krugman que los negros y latinos de clase media también se oponen a un seguro universal de salud y por las mismas razones que la mayoría blanca?.

Pero volvamos a su artículo Sr. Adrianzén. Su intento de colgarse de la tesis central del libro de Krugman, es por lo menos patética y a lo más ineficaz. Si en realidad se tratara de racismo, las calles del Perú estarían llenas de cientos de miles de indígenas reclamándolo. No creo que el asunto vaya por allí. Lo que me parece es que la gran mayoría de los peruanos están en otra cosa. El informe del CVR, acéptelo Sr. Adrianzén, es periódico de ayer para el hombre de a pie peruano. No le interesa. ¿Por qué?. Porque el peligro ya pasó, los apagones, los coches bomba, las redadas en los pueblos jóvenes, los toques de queda, todo eso es historia, y no les da la gana recordarla. ¿Podemos culparlos?. No estoy en condiciones de disculparlos ni de condenarlos por eso. Cada uno es dueño de sus recuerdos. Los españoles esperaron mas de 70 años para investigar las violaciones de DDHH de la Guerra Civil. ¿Son ellos también racistas?. No lo creo, un millón de muertos son demasiados muertos. En el Perú, la experiencia fue muy traumática tanto en el campo como en la ciudad. Cientos de miles de peruanos se encuentran desparramados por el mundo debido a los efectos económicos de esa guerra. Son demasiados hijos que crecen sin padre y en muchos casos también sin madre. Demasiados matrimonios rotos y huérfanos por la culpa de un autodenominado mesías de la revolución peruana. Dígame, entonces, ¿vamos a culparlos por querer olvidar? Cuando los peruanos de a pie dejen de caminar en el modo de supervivencia y su situación económica mejore y la clase media sea la mayoritaria, habrá tiempo para reflexionar. Por ahora dejémoslos con la ilusión que el Grupo 5 les puede brindar durante los fines de semanas porque 30 o 70 mil muertos también son demasiados muertos.

Otra vez sobre el indio
Sáb, 12/09/2009 - 20:11

Por Alberto Adrianzén

Debo confesar que no pensé que mi artículo publicado el sábado pasado (“El indígena como límite”. La República: 5/9/09), generaría tanta polémica. En realidad, esta polémica se inició con una carta de un gran amigo y filósofo, José Cornejo (leer elmorsa.pe), que acaba de publicar un libro tan interesante como recomendable: Filosofía y socialismo del (ver articulo completo)

7 sept 2009

El Triunfo de la Evolución

Publicado en el suplemento El Dominical de El Comercio el 6 de Septiembre de 2009 (link)

En su libro “El Gen Egoísta”, Richard Dawkins nos dice que la vida inteligente en un planeta alcanza un estadio superior cuando comienza a preguntarse sobre las razones de su propia existencia. Añade, que si alguna vez nos visitaran unos seres del espacio la primera pregunta que harían para medir el grado de desarrollo de nuestra civilización sería: “¿Y ya descubrieron la evolucion?. Y es que según Dawkins, los seres vivos deambularon sobre la tierra por miles de millones de años hasta que Charles Robert Darwin (1809-1882) logró sintetizar por primera vez una explicación coherente y defendible de porque existimos y la función de la selección natural en el origen de nuevas especies.

Darwin tuvo que enfrentar la creencia arraigada en su época de que cada una de las formas de vida sobre la tierra había sido creada por intervención divina solo hacía unos miles de años atrás. En las 502 páginas de su “Origen de las Especies mediante la selección natural o la conservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida” publicado en 1859, Darwin propuso, entre otras cosas, que todos los seres vivos habían evolucionado a partir de un número muy reducido de ancestros comunes. La polémica que se produjo fue casi inmediata y ha alimentado un debate que subsiste hasta nuestros días. Al comienzo, la Iglesia Católica y la Iglesia de Inglaterra manifestaron su oposición, sin embargo, con el transcurso de los años, como lo afirma la Academia de Ciencias de los Estados Unidos: “...muchas denominaciones religiosas aceptan (hoy) que la evolución ha producido (toda) la diversidad de seres vivos a lo largo de miles de millones de años de la historia de la tierra…aquellas que no la aceptan tienden a creer en una interpretación literal de los textos religiosos”. Esta interpretación literal es lo que se conoce como Creacionismo. El aporte fundacional de Darwin más el de la Genética y el de miles de científicos desde 1859 constituyen la moderna Teoría de la Evolución.

En la mayor parte del mundo occidental, incluido el Perú, la Evolución ha sido aceptada y hasta integrada sin problemas en los textos escolares. Sin embargo, en los Estados Unidos, principalmente en el “cotton-belt” (la zona algodonera) el debate Evolución vs. Creacionismo resurge una y otra vez con iniciativas en las legislaturas estatales para la enseñanza del Creacionismo, o la de su versión “light”, Diseño Inteligente, en las escuelas públicas en lugar de, o al mismo tiempo que, la Evolución. Sorprendentemente, en los últimos años en el país de Darwin, el creacionismo ha crecido al punto que en algunos colegios, especialmente los de mayoría musulmana, los maestros temerosos de la controversia evitan la enseñanza de la Evolución en sus clases de Biología.

En los Estados Unidos el debate Evolución vs. Creacionismo forma también parte de lo que se conoce como las guerras de las culturas (Culture wars) que incluyen otros temas controversiales como el aborto, el derecho a portar armas, la separación entre el estado y la iglesia, el matrimonio homosexual, y muchos otros a ambos lados de la trinchera que separa a los conservadores tradicionalistas y los liberales progresistas. En el mundo académico estas guerras tienen su correlato en las llamadas guerras de la ciencia (Science wars) entre los postmodernistas, desde las humanidades, y los “realistas”, en las ciencias duras, en las que el gran debate sobre la Sociobiología, una extensión del concepto de selección natural al estudio de las sociedades animales, incluyendo la humana, ocupó un lugar muy especial por más de 25 años.

¿Llegaremos a ver algún dia el final del debate?. Los científicos han visto debajo de la cama cientos de veces y dicen que no hay nada que indique que la Tierra tenga 6 mil años de edad o que los fósiles sean trucos que el diablo esconde para confundirnos. Para ellos, el debate ha terminado y la Evolución ha triunfado.